Bolsonaro insiste con la reapertura de la economía
Mientras que el estado de San Pablo, epicentro nacional del brote, decidió extender la cuarentena hasta el 10 de mayo, con algunos hospitales del estado al límite de su capacidad.
En pleno ascenso de la curva de coronavirus, el presidente de Brasil, Jair Bolsonaro, volvió a pedir este viernes la reapertura de la economía, paralizada por las medidas de aislamiento impulsadas por los gobernadores, mientras que el estado de San Pablo decidió extender la cuarentena hasta el 10 de mayo.
Con 217 muertes y 3257 contagios en la última jornada, la Covid-19 avanzaba exponencialmente en el gigante sudamericano, el país más golpeado por la pandemia en América Latina, con un total de 2141 decesos y 33.682 casos, según datos del ministerio de Salud brasileño.
Algunos hospitales del estado de San Paulo, epicentro nacional del brote, ya se encontraban al límite de su capacidad, en momentos en los que todavía no se ha alcanzado el pico previsto para mayo, informó Télam.
Esta situación llevó hoy al gobernador paulista, el centroderechista Joao Doria, a prolongar hasta el próximo 10 de mayo las medidas de aislamiento social que rigen en todo el estado para frenar la pandemia.
"Aquí no peleamos con la ciencia, nosotros respetamos la ciencia", expresó en su conferencia de prensa diaria el gobernador Doria, en abierta confrontación con Bolsonaro y su discurso, que choca con las premisas de la comunidad científica internacional y de la Organización Mundial de la Salud (OMS).
Al lado del alcalde de San Pablo, Bruno Covas, y del equipo de médicos de la gobernación, Doria informó que el estado registraba 928 fallecidos y 12.841 casos confirmados.
"La actitud responsable del estado es la prolongación de la cuarentena para evitar el colapso de los hospitales públicos y, consecuentemente, el de los hospitales privados", aseguró el gobernador, citado por la agencia de noticias EFE.
En el estado donde viven unas 46 millones de personas rige desde el 24 de marzo una serie de medidas de aislamiento social, que incluyen el cierre de todos los comercios, fábricas y todos los servicios no esenciales.
La decisión del gobernador del estado más rico e industrializado del país chocó con el discurso que poco antes había hecho el presidente Bolsonaro en la ceremonia de asunción del nuevo ministro de Salud que reemplaza a Luiz Henrique Mandetta, un férreo defensor de las medidas de aislamiento social que hace semanas chocaba en público con el mandatario.
En la asunción de Nelson Teich, un oncólogo amigo de Bolsonaro y sin experiencia en la administración pública, el mandatario volvió a defender sus esfuerzos por reabrir de inmediato la economía del país en detrimento de las medidas de aislamiento social que sostienen los gobernadores y alcaldes de las zonas más afectadas por la pandemia.
"Esta pelea para que se comience a abrir el comercio es un riesgo que corro, porque si empeora (la situación) me cae todo a mí. Ahora, creo, y es algo que mucha gente ya sabe, (el comercio) tiene que abrirse", dijo el presidente, durante el acto de posesión de su nuevo ministro.
Teich, por su parte, mantuvo silencio frente a la postura del gobernante y evitó posicionarse sobre el aislamiento social, aunque precisó que su "prioridad" serán "las personas".
La pulseada entre Bolsonaro y los gobernadores por la gestión de la crisis del coronavirus tuvo hoy un nuevo giro tras la divulgación de un supuesto plan para derrocar al mandatario.
Bolsonaro aseguró en diálogo con congresistas haber recibido un informe sobre un supuesto plan para sacarlo del poder, orquestado por Doria y el titular de Diputados, Rodrigo Maia, informó la prensa brasileña.
Ese supuesto plan desestabilizador fue reportado en un dossier elaborado por los servicios de inteligencia, aseguró el militar retirado y presidente, según publicó hoy el diario Folha de San Pablo, citado por Ansa.
De acuerdo a lo que Bolsonaro comentó con los congresistas, en el plan desestabilizador también estaría envuelto algún miembro del Supremo Tribunal Federal.